Artículo escrito por Dolores Gil-Carcedo:

Cuando a un gato se le forma un coágulo en el torrente sanguíneo (trombo) y migra hasta que el diámetro del vaso se estrecha y queda encajado(embolización), se dice que ha sufrido un proceso de tromboembolismo.

El resultado es que el trombo ocluye a partir del punto donde queda encajado el aporte sanguíneo. En gatos generalmente hablamos de Tromboembolismo aórtico, porque es en la arteria aorta donde generalmente se localizan, quedándose atrapados donde el diámetro de la arteria se hace menor. Ocurre generalmente en la porción terminal de la aorta abdominal, donde se ramifica en las arterias ilíacas, aunque también puede localizarse en otras arterias, u órganos (riñón, cerebro, pulmón).

tromboembolismo gatos

Hay dos factores determinantes:
1º la localización: la parte del cuerpo en que se deposite el trombo. Si es en la aorta distal dependiendo de si el trombo es central o lateralizado, la sintomatología puede ser en ambas patas traseras o sólo en una de ellas,

2º el tamaño de éste, a mayor tamaño del trombo, mayor la gravedad de los síntomas, y peor pronóstico, aunque en todo caso el pronóstico de un tromboembolismo es reservado.
La formación de estas tromboembolias en gatos suele tener como origen una enfermedad cardíaca (miocardiopatía hipertrófica): los ventrículos cardíacos se hacen muy gruesos pero poco efectivos, el ventrículo izquierdo no manda con suficiente fuerza la sangre hacia la circulación general y hay un reflujo de sangre a la aurícula izquierda. Este cambio en el flujo provoca remolinos, favoreciendo la formación de trombos en la aurícula izquierda (hipercoagulabilidad), que pueden ser propulsados a la circulación en cualquier momento.

Existen otras causas o factores predisponentes como los tumores (la neoplasia pulmonar es la causa más común de tromboembolismo de origen no cardíaco) o que el gato sea hipertiroideo. Además, suele presentarse con mayor frecuencia en machos que en hembras.

Estos son los signos que presentan los gatos con tromboembolismo, acude al veterinario inmediatamente si:
-tu gato presenta mucho dolor llegando en ocasiones a dar gritos agudos, respira muy rápidamente y le ves todo el tiempo con la boca abierta.
-tu gato tiene las extremidades posteriores bastante frías, no responden a estímulos y no las mueve (parálisis en una o las dos patas) o las arrastra.
-tu gato tiene las almohadillas muy pálidas.

Cuando llega a nuestra consulta un gato con estos síntomas se procede a tomar el pulso femoral, si en las extremidades afectadas no hay pulso, el diagnóstico es altamente sugestivo de tromboembolismo aórtico. Para confirmar el diagnóstico, debemos diferenciar esta lesión de un traumatismo medular agudo mediante un examen neurológico completo, además se realizará una analítica sanguínea y radiografías de tórax para descartar otras causas.

El tratamiento se basa en mantener al animal hospitalizado para poder administrarle fármacos que intenten disolver el trombo, y poder instaurar una analgesia adecuada a su nivel de dolor. En la hospitalización observaremos su evolución: si sus patas dejan de estar rígidas, si aumenta la temperatura de la zona afectada, y si recupera el pulso femoral puede que se consiga la recuperación, aunque ésta puede tardar varias semanas y puede no ser total.

Directora de la Clínica Veterinaria El Arca de Noé. Licenciada veterinaria por la Universidad de Léon y postgrado por la Universidad Autónoma de Barcelona. General Practitioner Certificate Programme in Small Animal Surgery de Improve International y miembro del grupo de trabajo de cirugía veterinaria de AVEPA

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